La Doncella de Hierro de Nuremberg


Según una tradición familiar muy verosímil, ésta es una copia hecha en 1828 de la famosa “Doncella” de Nuremberg del siglo XV (destruída con los bombardeos de 1944). En 1982 las partes de hierro fueron restauradas y vueltas a montar sobre una nueva armadura interna de madera en sustitución de la vieja consumida. Procede del comercio de antigüedades de Lombardía; desde 1974 ha permanecido en una colonia privada italiana.

La historia de la tortura registra muchos instrumentos con forma de sarcófago antropomorfo, con dos puertas y clavos en su interior que penetraban, al cerrar las puertas, en el cuerpo de la víctima. El ejemplo más conocido ha sido siempre la llamada “doncella de hierro” (die eiserne Jungfrau) del castillo de Nuremberg.

Es difícil separar la leyenda de los hechos referentes a este aparato ya que la mayoría del material publicado se basa en investigaciones del siglo XIX, distorsionadas por el romanticismo y fantasiosas tradiciones orales. La primera referencia a una ejecución con la doncella de la que tenemos noticia procede del 14 de agosto de 1515, aunque el instrumento para entonces había sido usado ya durante varias décadas. Ese día un falsificador de moneda fue introducido “y las puertas cerradas lentamente, por tanto las puntas afiladísimas le penetraban en los brazos, en las piernas en varios lugares, y en la barriga y en el pecho, y en la vejiga y en la raíz del miembro, y en los ojos y en los hombros y en las nalgas, pero no tanto como para matarlo; y así permaneció haciendo gran griterío y lamento durante dos días, después de los cuales murió”. Es probable que los clavos de entonces fueran desmontables y se pudieran colocar en varios alojamientos practicados en el interior, con fines más o menos letales, más o menos mutilantes según las exigencias de la sentencia.